Decir que me da igual es engañarme a mi misma.
Porque olvidar no es lo mio.
Porque quien recuerda su pasado está condenado a repetirlo.
Porque quien recuerda su pasado está condenado a repetirlo.
Porque me está haciendo daño.
¿Y acaso tengo escrito en la cara "hazme daño"?
Tengo tanto miedo a no poder levantarme esta vez...
Aún estaba convencida de que la gente que te quiere no te hará daño nunca.
Pero ya,
he perdido la esperanza después de cuatro días.
Tres veces.
Tres veces.
Tres veces.
A la tercera va la vencida.