Quizá el pensar y re-pensar no sea tan bueno como dicen.
Ni consultarlo con la almohada.
Ni fumarte un cigarro a caraperro.
Son las 2:28 y me encuentro leyendo cosas que no debería leer.
Recuerdos emborronados de un presente caducado, que lucha por volver.
Recuerdos que dañan.
Que anhelan,
que sueñan con derrumbar otra vez lo construido.
Recuerdos absurdos.
Enterrados.
Que agitan su mano desde el fondo,
queriendo reconstruir el puzzle.
Tú me ves.
Él me ve.
Ellos me ven.
Yo no me veo.