Hoy estoy más hiperactiva de lo normal. Y sin tomar café. Echo de menos esos capuccinos mirando por la ventana. Ahora enfrente, sólo puedo ver una ventana rota y una camiseta roída que nadie se dignó a recoger. Maldita su suerte.
He ido a comprar un par de manuales de política, el librero me ha echado la bronca porque no llevaba efectivo y me ha dicho que a ver por qué no llevo cien euros en el bolsillo en lugar de una triste tarjeta. Creo que tendría que esconder el dinero bajo el colchón, si no fuese porque tengo la cama en el suelo.
Sí. Añoranzas de algun tipo bohemio, ahora sólo me falta una bandera estúpida y unos vinilos para recordar(le).
Tengo un par de escritos pendientes, quizás uno, pero pendiente está. Tengo el título apuntado en un post it en la pared al lado de unas cadenas metálicas.
Soy una jodida sadomasoquista (emocional).
Sigo buscando eso, pero hoy me preocupa menos que ayer. Será que el falso jet lag acusó demasiado mi cerebro comprimido por el ron del Carrefour.
Hoy es un falso lunes y estoy más hiperactiva de lo normal y estoy aprendiendo francés para decirte frases sórdidas con acento de cabaretera.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
J'ètais bonne
Publicado por Lady Corleone en 21:21 1 puñaladas
Etiquetas: hiperactividad, recuerdos, sexo, v.3.0
martes, 3 de noviembre de 2009
Cosas que faltan y no pasan los controles de aduana
Dije que era versión 3.0 y lo es (jolín).
No sé por qué no me canso de repetir situaciones e inventar disparates antes de dormir. Me debería gustar lo que hago. Pero me falta eso.
Eso viene siendo todo aquello que sale en los anuncios de compresas. Y no, no es que esté menopáusica o embarazada. Creo.
Eso de colores y canciones estúpidas con tías en pijama en un ambiente entre bucólico y amish. Siempre quise ser una mujer amish en verdad.
Estoy segura de que sólo con la cofia estaría preciosa.
Ya estamos otra vez Lady... no sé por qué no nos cansamos yet. Que siempre queda bien.
Estuve en Madrid este fin de semana visitando a *. Como siempre alguien acabó sin ropa y perdiendo las bragas. Pero ha sido bastante normal. Hemos comido e incluso dormido. Acompañada, sí, pero dormido al fin y al cabo.
Será que nos hacemos mayores...o que los moratones made in Malasaña me han hecho escarmentar. Bueno no, que no me acuerdo por qué surgieron.
Y qué más da...si son cosas de la edad.