Te cambiaba una raya por un tequiero...

...pero ya no :)

De fondo suena Sonic Youth, mi gato rascando la puerta y mi respiración entrecortada.
Miro al vacío.
Y después a la botella de vodka. Es una lástima que ya esté vacía.
Podría desinfectarme las heridas que me hiciste. O beber y no pensar.

Cuando desperté tenía la lengua de color blanco y el aliento apestaba a cerveza rancia.

Ese es el único recuerdo que tengo de ti.
Ese, y algunas visitas al baño subvencionadas por tu master card.

Me entristece pensar que sólo existió eso entre nosotros.
Me entristece...pero ya no me preocupa.
Serás un polvo que apenas recordaré.

Y rehacer escritos de hace tiempo cambiando las formas verbales y sentimientos trágico-cómicos.

(suspiro+sonrisa)

Defínase

Desarraigada, apátrida y ciclotímica. Libreta en mano e intentando evitar los baches de la carretera, cabalgo entre los naranjos y la meseta, intentando plasmar lo que veo, lo que no veo o lo que tal vez me gustaría ver.
Rodeándome situaciones absurdas que parecen sacadas de algún guión de los Monty Python, intento sacarle el lado pesimista a la vida para recordar que algún día las cosas no siempre serán sexo, drogas y rock n’ roll.

Con 22 años podría dejar en herencia varios cds, viejos billetes de tren que guardo en un cajón, y algunas adicciones dignas de Kurt Cobain.
Y cigarro tras cigarro, y canción tras canción consigo (además de una gran tos), evadirme de los sonidos del tráfico y las voces virulentas que sólo parecen calmarse a la hora del nuevo reality show.

Y dentro de ésta hecatombe, recuerdo a Simone de Beauvoir “No se puede jugar a ser una princesa, con un paño ensangrentado entre las piernas”

Lo he hecho.

:)

TicTac

Serán como las tres o las cuatro de la mañana. No lo sé seguro porque nunca llevo reloj. No podía dormir así que salí a fumarme el último cigarro del día a la terraza

Hacía frío. O igual era yo.

No había ni una luz encendida en las miles de ventanas que rodean mi balcón. Las vistas son horribles. Vivo como encerrada en un cubo donde por las mañanas se oye hasta el canario de la vecina que colecciona bolsas de mercadona y las ata en la barandilla.

Odio no poder dormir otro Agosto más, y que no sea por el asfixiante calor de la meseta manchega. Doy demasiadas vueltas en la cama (lástima que no sea acompañada).

Abro los ojos de nuevo y entra la luz de la farola por la ventana de mi habitación. No me puedo dormir. No hoy. No así.

Los pensamientos dan tantas vueltas que parece que voy a vomitar. Eso, y la tos de una fumadora compulsiva.

Si me hubiese drogado hoy, habría dormido del tirón. Pero era Martes (de mierda te hartes).

Pienso en silencio.

Me quemo los labios con el puto cigarro y lo tiro por la barandilla.

Maldigo, suspiro, y me vuelvo a la cama.

"El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos" (Marco Valerio Marcial)