miércoles, 21 de enero de 2009


Paso.
Todo me parece una tontería tan soberana que ni siquiera merece la pena que malgaste mis ocupados pensamientos en descifrarlo. En entenderlo. Melosuda.
Porque incluso cuando no debía hacerlo, esperaba. Esperaba aquellas cosas que se supone que deben venir. Pero resulta que no. Y ya me he visto la primera cana de desesperación y los primeros achaques de la edad.

Me has envejecido.
Me has vuelto completamente loca.
Me has vencido.
Has conseguido que ya no crea en nada.

Pisoteándo de tal manera las ganas, las ansias.
Ahora hago ganchillo y tengo la cena preparada.
Y no creo en nada.
Ya no creo en nada.
Pero no te echaré la culpa. La culpa es mia por esperar.
Por eso que ahora paso. Y sí, soy más feliz.
(:

3 comentarios:

fag dijo...

uh, ¿nueva presentación?
qué iba a decirte, me haces una bufanda?
jiji

hala, besos!!

Anónimo dijo...

La foto mola un huevaco, y el texto más.

Ya que no me compras las botas... sería mucho pedir que me tejieras unos patucos?

maloles dijo...

Quien espera, desespera, ¿eso dicen no?

La espera es el preludio a la desesperanza del olvido. Juá.
En fin, que me ha gustado lo que he leído, mujer:)
Y, principalmente, me ha llamado la atención el título. Eso lo he estudiado en sociología, asigantura que bendigo porque todavía no he de examinarme de ella.
Bueno, después de este rollo me despido xD

Muas!