jueves, 7 de julio de 2016

El que espera...

Y aquí me encuentro,
rebuscando entre mis raíces.
Intentando delinear un patrón.
Una norma,
a la que desobedecer.

Algo,
que me diga que nunca fui pura,
más allá de lo que solemos entender.

Que me justifique este anhelo y a la vez esta quietud,
y empezar a desesperar,
en la tierna levedad del ser.

Que llevo dando tumbos bastante tiempo, y no encuentro un buen lugar para apoyarme,
más allá de la barra del bar.
Sucia.
Mojada.
Hambrienta.

Dejemos de personalizar.

Y es que no espero que hayas venido para quedarte.
Para amarrarme.
O destaparme.

Tan sólo quiero dejar de esperar.

Desesperar.
  

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